No hay límites ni barreras en lo que a Arquitectura se refiere y en
todos los continentes hay una clara tendencia de acoplar a la Arquitectura la
naturaleza, y así dejar de verles como entes separados. Esto también ocurre en
Australia y el claro ejemplo es el edificio One Central Park. Una obra diseñada
por Jean Nouvel, quien hizo un gran trabajo en una zona que realmente
necesitaba un respiro de los colores grises del cemento o de los intensos
reflejos de las ventanas de cristal.
Yendo de menos a más, en el centro de las dos edificaciones hay un
parque público que es habitado por flores y plantas de la región, a esta parte
le sigue un bello pabellón en el que se ven en las cornisas las mismas plantas
y esta tendencia va en aumento.
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La construcción más pequeña alberga una serie de oficinas de
administración y en la cima, un espacio destinado al descanso con mesas y
sombrillas. Desde el aire, por la cantidad de plantas que tiene en la fachada y
por la manera en que están acomodadas, se ve completamente verde, como si de un
jardín en vertical se tratara. Y no me refiero al concepto que de repente se
maneja en algunas partes, sino a uno verdadero.
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El otro edificio es mucho más grande y tiene más de una función.
Primero, hay que dejar ver que si bien su consiguiente tiene más plantas en las
ventanas, éste tiene unas placas más grandes que sirven para acompañar el
crecimiento de las áreas verdes. Pero resalta la enorme placa que de ella se
desprende, captura la luz y la refleja sobre la del otro edificio. Eso de día,
y de noche se convierte en una placa intervenida por el artista Yann Kersalé y
de ella salen una serie de figuras en luz LED.
Estando en los pisos más altos, vemos que los balcones también
sirven para apreciar la vista. Es como tener un pequeño jardín a varios metros
del suelo.
Abraham Cababie Daniel
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